Andrejka: El honor del fútbol yugoslavo.

- Puede figurar en la lista de jugadores de "Fútbol Balcánico", pero también he preferido unir el nombre de Mihailo Andrejevic "Andrejka" a una de las historias del "Ojo al dato", pues él forma parte de la historia del fútbol yugoslavo y se desvivió por su prosperidad.
Fue el fiel representante del equipo nacional yugoslavo en sus primeras andanzas por las altas competiciones balompédicas, como fue el caso del Mundial de Uruguay en 1930, el primero de la historia.

Andrejevic nació en Požarevac, una ciudad perteneciente al distrito serbio de Braničevo (3 de julio de 1898). Además de un amante del deporte, Andrejka era un tipo inteligente que sabía defenderse en siete idiomas diferentes. Criado en el seno de una familia humilde, nuestro protagonista acabó licenciándose en Medicina para después ejercer como médico.

Andrejka a la izquierda de la imagen.

- Fue profesor en la Facultad de Medicina de Belgrado, pero antes de finalizar sus estudios quiso figurar como uno de los pioneros del fútbol yugoslavo, cuando muchos apenas conocían la existencia de este deporte. Desde un principio, Mihailo sintió atracción por el balompié. Su carrera deportiva fue muy paralela a la existencia del histórico BSK de Belgrado, club que Andrejka defendió con honor.
Jugaba como centrocampista y acercó el fútbol a todos aquellos curiosos que acabaron sintiendo la misma pasión. Pero su etapa como futbolista no sería muy prolongada, ya que el estallido de la guerra le impidió continuar ejerciendo. Acudió al conflicto bélico como voluntario y fue capturado y trasladado a Bulgaria. Allí siguió jugando al fútbol para el Levski y FK13. Entonces consiguió escaparse de su cautiverio y en 1918 participó en el avance de la frente de Salónica. Posteriormente jugó varios partidos para el BSK, y posteriormente para las reservas vienesas del Vineršportkluba.

Pero su trabajo con el deporte no acabaría ahí. Inmediatamente después de acabar su carrera como futbolista, Mihailo Andrejevic entró a formar parte de la administración de la KSF. Su gran inteligencia social, ese talento para los idiomas, y sobre todo la influencia de paciencia y tolerancia hicieron que pronto se convirtiera en un excelente coordinador de equipos europeos como miembro de la FIFA.

1930 fue un año importante en la vida de Andrejka, pues además de ser nombrado Secretario de Asuntos Exteriores, fue encargado de dirigir a la selección de Yugoslavia como presidente de la Federación. Fue un momento clave para el deporte yugoslavo, ya que el equipo nacional se ganaría el derecho a participar en la primera Copa del Mundo, celebrada en Uruguay.

Andrejevic se encargó de seleccionar a los jugadores que representarían a Yugoslavia en el campeonato más importante de la historia. Para la selección de futbolistas contaría con la útil ayuda de Bosko Simonovic, a quien eligió como técnico del combinado yugoslavo, representado en su totalidad por jugadores de origen serbio.
El director serbio tuvo que encargarse de las tareas más duras, negociaciones de todo tipo como la equipación de la selección y la organización del viaje a Uruguay, Vibró, se divirtió y sufrió cada momento de aquel torneo mundial en tierras americanas. En la injusta eliminación del equipo yugoslavo frente a Uruguay, fue el encargado de manifestar su descontento ante la dirección de la federación uruguaya. No obstante, Yugoslavia hizo un papel extraordinario en el Mundial.

En 1932 fue el elegido para desempeñar la mayoría de los órganos de la FIFA. Fue presidente del comité de arbitraje, y luego perteneció a la Comisión Médica. La FIFA lo declaró un miembro honorario de por vida en 1982, y dos años más tarde fue galardonado con la Medalla de Oro, el máximo reconocimiento de la organización.

Mihailo Andrejevic (a la derecha) homenajeado por la FIFA tras sus grandes labores prestadas.

- Una vez alejado de ese deporte que tanto le gustaba, Andrejka siguió dedicándose a su otra pasión, la medicina. Trabajó en la Facultad de Belgrado entre 1953 y 1969. Aún así, nunca descuidó su pasión futbolística, y colaboró con la selección yugoslava en el Mundial de Alemania 1974, encargándose de las tareas médicas.

Especialista en gastroenterología, fue responsable de muchas innovaciones que se han adoptado en Serbia. Gracias a él, se compró la primera máquina de hemodiálisis y se estableció en un laboratorio para la aplicación de los radioisótopos en medicina. Su mente inquieta le llevó a escribir varios libros, como por ejemplo "Dugo putovanje kroz fudbal i medicinu" (El largo viaje a través del fútbol y la medicina). Mihailo Andrejevic pereció el 20 de septiembre de 1989 en Belgrado.